Conoce cómo se realiza
Nuestro proceso
El cultivo y la agricultura para cumplir con los estándares de calidad necesarios para la producción de medicina.
¿Cómo lo hacemos?
Cultivos Indoor
Denominados indoor por su traducción al inglés (de interior). La gran diferencia con los cultivos de exterior, es que en interior se tienen las plantas en un entorno controlado, tal y como se tratase de un laboratorio. Por eso, son muchos los factores que hay que controlar para obtener un desarrollo óptimo de la planta. La gran ventaja que tiene este método, es que como la planta tiene unas condiciones controladas durante su desarrollo, se pueden obtener cosechas más abundantes en menor tiempo. Estos cultivos requieren de un gasto energético mucho mayor frente a los cultivos de exterior porque se les suministra de manera artificial los principales elementos necesarios para el desarrollo de las plantas: la luz, el agua, los nutrientes y el aire.
Cuando se trata de cultivos de interior, un método muy utilizado y eficaz para germinar semillas de marihuana es utilizar un papel húmedo, sobre un plato también húmedo. Extender las semillas sobre el papel y cubrir con otra capa de papel y otro plato para mejorar la condensación. Se vigilan las semillas cada pocas horas y, si se ve que se está secando, se vuelven a rociar los papeles para mantener las condiciones idóneas. La temperatura del agua ideal está entre los 20 y 25 °C.
El nuevo y frágil sistema de raíces es muy pequeño y requiere de un suministro también escaso pero constante de agua y calor. Demasiada agua puede provocar la asfixia de las raíces.
Con cuidados adecuados, la marihuana puede crecer entre tres y seis centímetros al día. Una planta a la que se impide el desarrollo puede tardar semanas en iniciar su crecimiento normal.
Dependiendo de la especie (Cannabis indica o Cannabis sativa) reconocerá antes o después ese fotoperiodo para ponerse a florecer.
La fertilización se consuma cuando el grano de polen masculino se desliza por el pistilo y se une al óvulo femenino en profundidad del cáliz. Una vez que se ha producido la fecundación, los pistilos se vuelven marrones y se forma una semilla. Una vez fertilizadas, las hembras dedican toda su energía a la producción de semillas fuertes y viables.