Proceso

Conoce cómo se realiza

Nuestro proceso


El cultivo y la agricultura para cumplir con los estándares de calidad necesarios para la producción de medicina.

¿Cómo lo hacemos?

Cultivos Indoor


Denominados indoor por su traducción al inglés (de interior). La gran diferencia con los cultivos de exterior, es que en interior se tienen las plantas en un entorno controlado, tal y como se tratase de un laboratorio. Por eso, son muchos los factores que hay que controlar para obtener un desarrollo óptimo de la planta. La gran ventaja que tiene este método, es que como la planta tiene unas condiciones controladas durante su desarrollo, se pueden obtener cosechas más abundantes en menor tiempo. Estos cultivos requieren de un gasto energético mucho mayor frente a los cultivos de exterior porque se les suministra de manera artificial los principales elementos necesarios para el desarrollo de las plantas: la luz, el agua, los nutrientes y el aire.

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A nuestros clientes el mejor producto de cannabis producido en Colombia.

Contacto

Paso 1

Germinación


Se entiende por germinación al paso por el que la semilla se convierte en plántula. La semilla germinará en un periodo de dos a siete días si se encuentra en unas condiciones de entre 21 °C y 32 °C de temperatura, en ausencia de luz y con suficiente humedad. Tras la germinación, se trasladan a macetas individuales.

Cuando se trata de cultivos de interior, un método muy utilizado y eficaz para germinar semillas de marihuana es utilizar un papel húmedo, sobre un plato también húmedo. Extender las semillas sobre el papel y cubrir con otra capa de papel y otro plato para mejorar la condensación. Se vigilan las semillas cada pocas horas y, si se ve que se está secando, se vuelven a rociar los papeles para mantener las condiciones idóneas. La temperatura del agua ideal está entre los 20 y 25 °C.

Paso 2

Fase de Plántula


La semilla se convierte en plántula cuando han aparecido las primeras hojas verdaderas. Este estado de crecimiento dura entre tres y cinco semanas y durante el mismo, las raíces crecen y se extienden por la tierra, mientras que el crecimiento sobre el nivel del suelo es lento. En este punto de crecimiento, el calor y el agua son de vital importancia.

El nuevo y frágil sistema de raíces es muy pequeño y requiere de un suministro también escaso pero constante de agua y calor. Demasiada agua puede provocar la asfixia de las raíces.

Paso 3

Crecimiento Vegetativo


Una vez que se ha creado un sistema de raíces fuerte, el crecimiento del follaje aumenta con rapidez, las plántulas entran en el estado de crecimiento vegetativo. Cuando la producción de clorofila va a toda velocidad, una planta producirá tanto follaje verde como permitan la luz, el CO2, los nutrientes y el agua.

Con cuidados adecuados, la marihuana puede crecer entre tres y seis centímetros al día. Una planta a la que se impide el desarrollo puede tardar semanas en iniciar su crecimiento normal.

Paso 4

Pre-Floración


La fase de pre-floración comprende desde el momento en que se cambia el fotoperiodo de la planta de 18 horas de luz (crecimiento) a 12 horas de luz (floración). La planta en ese cambio de luz tarda unos días en reconocer su fotoperiodo, y a ese pequeño periodo de tiempo se le llama fase de pre-floración.

Dependiendo de la especie (Cannabis indica o Cannabis sativa) reconocerá antes o después ese fotoperiodo para ponerse a florecer.

Paso 5

Floración y Reproducción


Para completar su ciclo anual, el cannabis tiene que florecer. La marihuana es una planta dioica, es decir, con machos (productores de polen) y hembras (productoras de óvulos). En ocasiones pueden aparecer plantas monoicas - comúnmente llamadas hermafroditas - con flores macho y hembra en un mismo ejemplar. Este hecho puede deberse a motivos tanto genéticos como ambientales.

La fertilización se consuma cuando el grano de polen masculino se desliza por el pistilo y se une al óvulo femenino en profundidad del cáliz. Una vez que se ha producido la fecundación, los pistilos se vuelven marrones y se forma una semilla. Una vez fertilizadas, las hembras dedican toda su energía a la producción de semillas fuertes y viables.